Aunque se consideran como un símbolo de paz, las palomas en realidad son una plaga y su población de

Uruapan, Mich.- martes 08 de enero del 2019.- Aunque se consideran como un símbolo de paz, las palomas en realidad son una plaga y su población debe controlarse. Estas aves transmiten enfermedades al ser humano, desplazan a la fauna endémica y dañan los inmuebles históricos.

Sobre esto llamó la atención el médico Veterinario Zootecnista, Luis Enrique Ramírez Barragán, quien recordó que las palomas ni siquiera cumplen una función dentro de la cadena trófica o alimentaria.

"Aquí en la ciudad se han convertido en una plaga, ya que se manifiestan en parvadas muy grandes, la gente les da de comer y siguen reproduciéndose. Tienen condiciones muy especiales en los tejados de las casas viejas para anidar y esto les favorece que tengan una reproducción muy fértil, durante la cual se multiplican de manera exponencial".

"Son portadoras de algunos ácaros o ectoparásitos y también parásitos internos. Son portadoras de parásitos y los llevan a las casas. Los dejan en las azoteas a donde llegan eventualmente a comer croquetas que se les dejan a los perros".

Esta infestación parasitaria sí afecta al ser humano, alertó el veterinario quien advirtió la propagación de éstos huéspedes dañinos, no se puede controlar, mientras no se controle la población de palomas.

Además se apropian de hábitats que les son ajenos: "Llegan a ser invasivas en zonas donde no corresponden. No son fauna propia de la zona del parque nacional, Barranca del Cupatitzio, el cual ya han infestado También llegan a ser plaga como las ardillas, ante la falta de depredadores. Por ello se debería de ver la manera de controlarlas; crecen de manera muy exponencial. Esto ocurre en todas las ciudades, principalmente, porque hay gente que les da de comer".

Dijo Luis Enrique Ramírez que por otra parte, los excrementos de las palomas afectan gravemente los monumentos históricos de la ciudad y de todas las ciudades. En el caso de Uruapan, en donde los inmuebles catalogados precisamente como históricos, tienen un tapanco, vigas de madera y teja de barro, son los sitios favoritos para establecer sus nidos.

Alertó el entrevistado acerca de que las heces de paloma, contienen un alto grado de urea y que esta substancia, afecta gravemente estos tapancos.

Cabe mencionar que hace unos años, alumnos de la Escuela de Conservación y Restauración de Guadalajara (ECOR), trabajaron precisamente en la restauración de la capilla del Santo Sepulcro de la Huatápera y del mural Los Ángeles Músicos. Al dar a conocer el reporte de las labores realizadas, informaron que lo que más trabajo les costó fue reparar décadas de daños por acumulación de excremento y cadáveres de palomas del tapanco de este inmueble del siglo XVI.